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¿Por qué comprar productos cooperativos?







Los productos cooperativos son productos de calidad, que cuidan al máximo la materia prima.





Las cooperativas controlan la producción, la transformación y la comercialización de los alimentos, y por ello poseen unas condiciones inmejorables para garantizar la seguridad alimentaria y la trazabilidad, ofreciendo productos seguros desde el campo a la mesa.





El sistema cooperativo, consigue que los márgenes beneficien a los propios agricultores y ganaderos, y también a los consumidores. Con las cooperativas se reducen los intermediarios en la cadena alimentaria y se alcanza una mayor eficiencia y transparencia en los mercados, permitiendo ofrecer alimentos seguros a precios asequibles.





Las cooperativas investigan y desarrollan nuevos productos con el fin de ofrecer una amplia gama, cuidando las presentaciones, de acuerdo a las demandas de la sociedad actual.





Las cooperativas utilizan medios de producción respetuosos con el medio ambiente y el bienestar de los animales. Además, como sus socios son los propios agricultores y ganaderos, las cooperativas ofrecen soluciones viables a largo plazo para mantener los cultivos y producciones ganaderas en las zonas rurales, evitando la desertización, la erosión y el abandono de nuestros campos.





Las cooperativas son, a menudo, las únicas empresas ubicadas en las zonas rurales. Además, están vinculadas al territorio de forma continuada y su permanencia está garantizada, puesto que sus socios son agricultores y ganaderos de las regiones donde las cooperativas están establecidas.





Las cooperativas también generan empleo, con las consiguientes repercusiones económicas y sociales que conlleva. El mantenimiento del empleo en los pueblos posibilita la permanencia de la población en estas zonas, evitando migraciones forzosas hacia los núcleos urbanos.





Las cooperativas aportan servicios como la formación, la información a sus socios, la introducción de nuevas tecnologías y la difusión de conocimientos que mejoran la eficiencia de las explotaciones asociadas y, por consiguiente, contribuyen al desarrollo del sector agroalimentario español en su conjunto.





En definitiva, las cooperativas permiten mejorar la calidad de vida de los agricultores y ganaderos y de sus familias, lo que también contribuye a que la actividad agraria resulte más atractiva para la incorporación de jóvenes al sector y posibilite el relevo generacional. Las cooperativas ofrecen servicios como la utilización de maquinaria compartida, el personal de sustitución para que los agricultores y ganaderos puedan disfrutar de vacaciones, o disponer en común de técnicos especializados en las distintas técnicas de cultivo, entre otros, que elevan la calidad de vida de los socios.