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El grupo AN pone en marcha un centro avícola puntero en Europa

18/12/2006, Cooperativas Agro-alimentarias

La cooperativa navarra AN inauguró a finales de noviembre un nuevo centro de producción avícola en Mélida, en el que ha invertido más de 25 millones de euros. El centro, dotado con la tecnología más puntera, permitirá a la cooperativa ofrecer una trazabilidad informatizada fiable y los más altos niveles de calidad, sanidad e higiene, mayor durabilidad de la carne y el máximo respeto al medio ambiente y al bienestar animal.

El acto de inauguración contó con la presencia de la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, quien subrayó la necesidad de que el sector productor avícola consolide sus posiciones en los mercados internacionales, emulando las positivas experiencias de otros sectores ganaderos. La Ministra insistió en la importancia de apostar por la internacionalización como estrategia para hacer frente al imparable proceso de la globalización, tras destacar la eficacia del modelo cooperativo como respuesta a los retos que el mercado actual exige a la ganadería y a la industria agroalimentaria.

El centro avícola ocupa 15.000 metros cuadrados y cuenta con tecnología holandesa, alemana, islandesa y española de última generación. A este centro llegan cada día la cuidada y esmerada producción de todos los granjeros socios, que cuentan también con granjas dotadas de tecnología punta en las que se controla la alimentación de los pollos que engordan en Navarra, País Vasco, Aragón y La Rioja. La planta, que inició sus primeras pruebas el pasado mes de julio, da empleo a más de 125 personas y tiene una capacidad de procesamiento de 10.000 pollos a la hora y de 5.000 pollos en despiece por hora.

Con la construcción de este centro en Mélida, el Grupo AN ratifica su vocación rural con el asentimiento de la población en su medio, y está en condiciones de atender a los clientes más exigentes del mercado nacional e internacional, a los que se les ofrece un producto que aplica desde la recepción hasta el envasado máxima calidad objetivada, seguridad, trazabilidad fiable y durabilidad.

Para el grupo AN la calidad comienza en la selección de estirpes, granjas de puesta, incubadora y, sin duda, en las granjas de engorde; todo el proceso está absolutamente controlado y garantizado. Hasta el centro de Mélida el pollo vivo se transporta con el máximo bienestar al utilizar contenedores rugosos, una vez que llega se descargan los contenedores en la amplia sala de espera, también dotada con la máxima confortabilidad al estar climatizada (24ºC) y disponer de luz azul ultravioleta de 460 nanómetros de longitud de onda que tranquiliza a las aves.

Otra de las características que diferencia a este centro avícola es que ofrece una trazabilidad fiable, es decir, todos los pollos se identifican al inicio del proceso individualmente, gancho a gancho. A partir de ahí ya no se perderá su identidad hasta el final, cuando se expida la bandeja con su correspondiente etiqueta. En ella, el cliente dispone de un código de barras, que responde de cada pollo a la granja de procedencia, el avicultor que lo ha criado, en qué camada, el camión en el que llegó, el pienso que consumió y la fábrica de procedencia, la composición de ese pienso… No sólo cada pollo, sino que esa información se mantiene en todo el proceso también para el despiece, para cada pechuga, trasero, muslo, jamoncito o ala. Información que se traslada a cada bandeja.

La nueva planta está diseñada para que la carne tenga la máxima calidad y durabilidad. Para ello, dispone de un túnel de oreo de tres kilómetros de cadena por el que transitan los pollos durante dos horas para que el ave pase de los 38ºC aproximados con los que llega a los 2ºC, que ya no perderá hasta su expedición por cajas, film o bandeja. De esta manera el frío no se rompe en ningún momento del proceso, lo que redunda en total seguridad, más calidad y durabilidad de la carne.

Otro de los aspectos que más llama la atención de la planta es su higienización total. Se utilizan tuberías y vacío, con sistema de limpieza CIP, similar al que se utiliza en las centrales lecheras, que envía a los contenedores exteriores todo lo que se destina a su destrucción: cabezas, patas, intestinos, pulmón, trozos de piel de cuello, espinazo, obispillo, grasa, restos de corte… para que después se lleven, para su destrucción, a las plantas y fábricas homologadas para tal fin. El sistema de limpieza, para evitar errores humanos, también está automatizado, se realiza cada día con agua a presión con las mismas dosis óptimas de detergente y desinfectante. A todos los sistemas internos se suman, además, novedosos procesos para garantizar la limpieza y desinfección de los contenedores en los que llegan los pollos de las granjas y los camiones.

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