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25/10/2005, Cooperativas Agro-alimentarias
El Plátano de Canarias llegó proveniente de África y aún sigue hoy cultivándose con el mismo mimo y cuidado que antaño para conseguir uno de los alimentos más completos que existen.
Por su sabor y aspecto inconfundibles, el Plátano de Canarias constituye uno de los tesoros más preciados de las islas. Gracias a esta fruta, el archipiélago canario se ha convertido en uno de los mayores productores y exportadores de este producto.
Breve historia
El cultivo del plátano tiene su origen en el sudeste asiático, entre la India y Malasia. El cultivo pasó a África a través de Madagascar aproximadamente 500 años d.C. Se estableció en las costas del Mediterráneo en el S.VI y llegó a Canarias procedente de Guinea mediante las conquistas en África llevadas a cabo por los portugueses. Desde Canarias se estima que el plátano llegó a América por medio de los españoles.
El Plátano de Canarias se aclimató en el archipiélago español a lo largo de los siglos XV y XVI. Aunque existen más de 500 variedades de bananas, las variedades más importantes son la Gros Michel, Lacatán, Poyo, Gran Enana, William´s Hybrid, Pequeña Enana. Parece que los cultivos de Canarias corresponden a una especia de la Musa Acuminata, del grupo Cavendish, variedad Pequeña Enana.
El cultivo y sus cuidados
La mundialmente conocida fruta amarilla se produce en cinco de las siete islas canarias; Tenerife es la que concentra el mayor número de explotaciones ya que saca al mercado más de 200.000 toneladas anuales de plátanos al año. Su calidad y su especial forma de cultivo es lo que la hace diferente a las bananas. Gracias a las condiciones climatológicas y orográficas, el cultivo del Plátano en Canarias es idóneo porque es capaz de mantenerse en la planta un tiempo mayor que el resto de especies similares.
Gracias a la perfecta organización y gestión de su producción, el Plátano de Canarias se ha convertido en uno de los soportes económicos más importantes de las islas. Sus amplias plantaciones están alejadas de los núcleos de población para evitar la contaminación y se las ubica en zonas del típico paisaje agrario canario. El plátano de Canarias proporciona más de 25.000 empleos directos y cerca de 11.000 indirectos. Desde 1995 existe una organización regional llamada ASPROCAN (Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias), creada para representar los intereses del sector de producción de Plátanos de Canarias ante las instancias nacionales y comunitarias. Un total de 6 organizaciones de productores aglutinan a la totalidad de los 10.542 agricultores de las islas.
Condiciones únicas
Las islas Canarias son el único lugar donde el plátano adquiere el sabor y aroma inconfundibles. Porque sólo allí se dan unas condiciones específicas como la temperatura, que debe de estar alrededor de los 25º; la altitud, que deber ser inferior a los 300 metros; los suelos de textura arenosa, pero con suficiente arcilla y limo, que tenga buena porosidad y con un Ph ácido, la tierra volcánica, etc.
Además, el Plátano de Canarias se caracteriza por permanecer más tiempo en la planta, 6 meses frente a los 3 que permanece la banana, razón fundamental por la que adquiere ese sabor único.
Proceso de cultivo
Sembrado, amarre, embolsado y desflorillado
El periodo desde la siembra de la planta madre hasta la emisión del racimo, dura aproximadamente unos 10-12 meses. Una vez emite el racimo se producen procesos como el amarre, el embolsado y el desflorillado.
El amarre o atado se realiza con el objeto de evitar la caída de la planta debido al peso del racimo o por efecto del viento, para protegerlos. Actualmente también se realiza el embolsado del racimo que consiste en la colocación de una funda de plástico que lo cubre, lo que favorece el llenado uniforme de la fruta, evita ataques de plagas y roces en el campo y en el transporte y hace que se obtenga una fruta más limpia. El proceso de desflorillado consiste en quitar una a una y de forma manual, la flor femenina (de donde nace el plátano) que queda al final de cada fruta y que los consumidores pueden apreciar como una zona negra al término de cada pieza. En el proceso de cultivo de las plataneras se minimiza la utilización de pesticidas químicos a favor de productos biológicos, lo que permite obtener una fruta libre de residuos.
Riego por goteo
Los sistemas de riego por aspersión o por inundación o manta, van dejando paso cada vez más a técnicas de riego por goteo que producen un ahorro considerable en el consumo de agua, un “bien” preciado en las islas por su escasez y cuya extracción se realiza con esfuerzo procedente de perforaciones, que en el caso de las galerías son de forma horizontal y en el caso de los pozos son perforaciones verticales.
Deshijado
Antes de la corta del racimo se selecciona un hijo de la planta madre (que produce muchos hijos), que será el que el año siguiente desarrollará el racimo. Este proceso se denomina deshijado y puede ocurrir que en una misma planta se vean la planta abuela, la madre y el hijo. Existen plantaciones donde este proceso se ha dado entre 60-70 veces (=60-70 años).
Recolección
Desde la emisión del racimo hasta su recolección, pasan unos 6 meses (aquí es donde la banana producida en otros países se recolecta a los tres meses para soportar el largo periodo de transporte).
Los racimos, antes de ser transportados a los almacenes de acondicionamiento, son envueltos en sábanas acolchadas con el fin de evitar roces y no dañar el fruto. Una vez llegan los racimos a la zona de recepción del empaquetado, se cuelgan en un carril aéreo desde donde se transportan a la zona de empaquetado. Los racimos son desmanillados mediante un cuchillo curvo y depositados en tanque de agua para su lavado, posteriormente son clasificados de forma manual por categorías según disposiciones de calidad establecidas en formativas europeas, tras este proceso a los frutos se les aplica un tratamiento funguicida, de este modo se asegura la calidad de todos los Plátanos de Canarias.