La presente web utiliza cookies para mejorar su experiencia de navegación y recabar datos estadísticos sobre las visitas a esta web. Al continuar con su navegación entendemos que da su consentimiento a nuestra política de cookies.
26/04/2010, FEPEX
El Comité de Patata de FEPEX, constituido por las organizaciones sectoriales ASONAL, ASOCIAFRUIT y CIPP, ha analizado las previsiones de la actual campaña de patata, en la que se constata que la adversa climatología ha pasado factura a la producción europea de patata temprana y ante la previsión de una menor cosecha, los precios en el mercado de origen están aumentando de forma sustancial.
Menos patata temprana
Todos los años, el mes de mayo es el momento en que se realiza en España el cambio de la patata de conservación por la patata de nueva cosecha (patata temprana). Sin embargo, este año, la mala climatología registrada en toda la zona Sur, muy especialmente en Andalucía —el principal productor de patata temprana española— no va a permitir que ese cambio pueda realizarse con normalidad. La adversa climatología ha dificultado enormemente el cultivo. Las intensas y persistentes lluvias han arruinado muchos campos de patatas. En otros casos, se ha producido un retraso muy considerable de las siembras y con ello también una disminución de los rendimientos de cosecha. Por consiguiente, tanto el número de hectáreas como el volumen de producción van a ser muy inferiores a la media de los últimos años. “Se calcula que el número de hectáreas de patata temprana andaluza no llegará al 60% de la superficie media anual y el volumen de producción apenas alcanzará el 50% de un año normal”. La situación es muy preocupante, ya que se ha pasado en Andalucía de una superficie media de 7.000 hectáreas a apenas este año 4.150 hectáreas, y de una producción de 225.000 toneladas a un aforo que no supera las 110.000 toneladas.
En Europa
La situación que presenta Andalucía, aún siendo mucho peor, anticipa la tendencia del resto de zonas de producción de patata temprana europeas, según avanza el Comité sectorial. En Chipre, que produce en torno a las 190.000 toneladas anuales, “este año se espera también una reducción importante, alrededor del 30%, debido a la climatología”. Sicilia, con una producción anual de unas 150.000 toneladas, “prevé una reducción de casi un 35%”, también por culpa de la climatología y de una reducción de superficie de cultivo. En la zona de Nápoles —una de las zonas de más producción con casi 350.000 toneladas anuales— por el contrario, “se prevé que mantenga los mismos niveles de producción, pero la recolección llegará con cierto retraso, debido a las bajas temperaturas registradas”. Francia, por su parte, aunque no tiene una gran producción de patata temprana —unas 50.000 toneladas al año— también verá mermada su cosecha. En cuanto al Palatinado en Alemania, otra zona de producción de patata temprana, la cosecha no ha sufrido mermas pero “sí presenta un retraso en la recolección debido al frío”.
La consecuencia más directa del análisis de estas previsiones es que “este año en Europa se reduce considerablemente la oferta de patata temprana, lo que inevitablemente provocará un incremento de los precios”. De hecho, los precios actuales de la patata ya han subido y siguen una línea ascendente, debido sin duda a esta nueva perspectiva del mercado. Los productores, que conservan todavía patata almacenada, están aprovechando la coyuntura y tratan de recuperar unos precios que de forma ruinosa les han castigado durante año y medio. En estos tres últimos meses, el precio de la patata se ha doblado: de un precio medio de 120 euros/tonelada, a otro por encima de los 280 euros/tonelada.
Perspectivas de mercado
Según explica el representante de FEPEX, estas previsiones de mercado de patata temprana no necesariamente deben afectar con determinación al sector español de la patata en su conjunto, ni tampoco a la situación de mercado que vaya a producirse a partir del mes de agosto ya que, al igual que el resto de frutas y hortalizas, es un mercado muy sensible e imprevisible. Cualquier pequeño exceso de oferta o demanda provocan grandes fluctuaciones de precio.
Según las mismas fuentes, la cuestión ahora es trasladar esta situación de fortaleza del mercado de origen al punto de venta del consumidor final. “La regla de oro" del mercado establece que una menor oferta supone siempre un incremento de los precios. Pero, si en situación de equilibrio económico el punto de venta final es relativamente permeable al aumento natural de los precios, en la actual situación de recesión económica y de guerra de precios, el mercado de destino va a oponer una mayor resistencia a una subida de precios que va contra-corriente de la agudeza con que se practican las estrategias de competencia.
La teoría más fiable y en la que confía el portavoz de FEPEX es que será al final el propio mercado quien regule y equilibre la situación ante estos dos antagonismos. Es decir, “los productores no percibirán el mejor precio que en circunstancias de normalidad económica podrían alcanzar con esta reducción de cosecha, pero al mismo tiempo, el mercado de destino tampoco podrá marcar precios tan bajos como quisiera y que con tanta vehemencia promueve, ya que la oferta va a ser escasa”.
A partir de agosto
Una vez finalice la campaña española de patata temprana —centrada en Andalucía— a principios de agosto comienza la temporada en la zona de Castilla - León. Las previsiones que se avanzaron en la reunión sectorial de FEPEX, anuncian que la situación de los precios, cuando entre en juego la producción castellano-leonesa, puede ser relativamente aceptable para los productores, debido al equilibrio de oferta en la primera parte de campaña. Respecto a la superficie de cultivo, “esta zona también presenta una reducción de hectáreas plantadas, por la caótica situación de mercado del año pasado, lo que ha provocado que muchos productores de la zona hayan decidido este año no plantar”. No obstante, la perspectiva de mercado de la patata temprana ha servido de revulsivo para muchos productores castellano-leoneses que se han decidido a última hora a sembrar patatas”. Así las cosas, a pesar de este repunte, Castilla - León puede reducir en torno a un 15% el número de hectáreas cultivadas.