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26/03/2015, Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
25 de marzo de 2015-. Las casi 230 cooperativas que componen Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, la federación que las aglutina para su representación y defensa de intereses, representan el 5,62% del Producto Interior Bruto (PIB) extremeño, toda vez que durante el año 2014 facturaron más de 910 millones de euros, un 2,5% más que durante el año anterior y un 9% más que hace cinco años, además de dar empleo a casi 3.700 personas de la región.
Estos datos de crecimiento reflejan así la importancia de las cooperativas extremeñas como empresas y su papel en el sector agroindustrial de la región, con el valor añadido de generar riqueza y empleo en el territorio donde se asientan, comprometidas con las zonas rurales y con el medio ambiente.
El modelo empresarial único que suponen las cooperativas cuenta con un importante arraigo en Extremadura, donde, a pesar de la crisis, el cooperativismo agroalimentario está dando muestras de solidez y estabilidad, con casos de claro éxito cooperativo, como son Acopaex, Agrupación Valle del Jerte, Casat, Cooprado, Oviso, Tomates del Guadiana o Viñaoliva, como algunos ejemplos.
Engloban así diversos sectores en los que las cooperativas extremeñas son pioneras, como es el tomate para industria, el vino, el tabaco, el ovino, el arroz y la apicultura. El caso concreto de crisis financiera de una cooperativa, como es actualmente la situación de Acorex, no puede generalizarse y aplicarse así a todo el movimiento cooperativo extremeño, que es motor del sector agroalimentario de la región y, con ello, de la economía de Extremadura, muchos de cuyos pueblos tienen en la cooperativa su única empresa o industria.
De lo contrario, Extremadura no podría presumir hoy de contar con cooperativas que exportan sus productos a los cinco continentes, y lo que es más importante, con su propia marca.
El 56% de las cooperativas de segundo grado de Extremadura tienen productos de marca propia y el 53% exportan sus productos, según datos del Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agro-alimentario (OSCAE), demostrando que el sistema cooperativo es eficaz y que se encuentra en constante desarrollo, toda vez que el 62% de las cooperativas participa en algún proyecto innovador, siendo así Extremadura la segunda comunidad autónoma en el impulso de la I+D+i en el sector cooperativo.
También es la segunda comunidad autónoma con mayor número de cooperativas de segundo grado que apuestan por la calidad empresarial, dado que el 50% de las cooperativas extremeñas de segundo grado dispone de algún tipo de certificación en sistemas de calidad.
Con ello, queda patente que las cooperativas han ayudado a que el sector agroalimentario sea el primer sector económico de la región y ocupan un importante lugar en su crecimiento. Es de destacar que las cooperativas extremeñas, además de ser las responsables de los alimentos que la sociedad consume cada día, han modernizado el sector, están firmemente comprometidas con las zonas rurales y con el medio ambiente, han contribuido a mantener la renta de los agricultores y ganaderos, y reducen los intermediarios en la cadena alimentaria.
Y es que, desde que se inició el movimiento cooperativo en Extremadura, el avance experimentado por las cooperativas ha sido muy importante, influyendo siempre en el desarrollo del territorio, donde generan riqueza y empleo. Así, las cooperativas han hecho que la agricultura y ganadería extremeña sea técnicamente avanzada y comercialmente competitiva; y han creado una fuerte agroindustria que ya ha superado el reto de transformar las materias primas extremeñas en productos de una calidad excepcional, dejando ese valor añadido en la región, mientras afrontan hoy el reto de comercializar dichos productos.