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08/11/2007, Cooperativas Agro-alimentarias
Las Denominaciones de Origen fueron reconocidas en el Estatuto del Vino del año 1932.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha conmemorado el 75 aniversario de las Denominaciones de Origen de vinos de España en un acto que tuvo lugar el pasado 7 de noviembre, y en el que se ha reconocido el trabajo de las 21 Denominaciones de Origen de aquella fecha que aún continúan vigentes, así como de 8 Estaciones Enológicas, entidades creadas con el objeto de dar servicios de formación a los viticultores y favorecer la experimentación y la mejora de las prácticas vitícolas y enológicas.
Las Denominaciones de Origen fueron reconocidas en el Estatuto del vino de 1932 y de ellas las 21 condecoradas continúan identificando y prestigiando los vinos de España, son las de “Alella, Alicante, Cariñena, Conca de Barberá, Condado de Huelva, Jerez–Xeres-Sherry y Manzanilla Sanlúcar de Barrameda, La Mancha, Málaga, Montilla-Moriles, Navarra, Penedés, Priorato, Ribeiro, Rioja, Rueda, Tarragona, Toro, Utiel–Requena, Valdepeñas y Valencia”.
También se ha destacado la labor de las primeras ocho Estaciones Enológicas exitentes en el momento de la publicación del Estatuto y que persisten con fines similares en la actualidad. Su dedicación y especialización ha contribuido a mejorar la transparencia en las relaciones comerciales, a innovar en materia de prácticas enológicas y vitícolas así como a dar respuesta a problemas técnicos que se presentaban, contribuyendo de manera decisiva a la formación de personal técnico a todos los niveles. Las primeras Estaciones Enológicas se situaban en Alcázar de San Juan, Almendralejo, Haro, Jerez de la Frontera, Jumilla, Requena, Reus y Vilafranca del Penedés.
Reconocimiento de las Denominaciones de Origen
En 1932, el Gobierno de la República a propuesta del Ministro de Agricultura, Industria y Comercio D. Marcelino Domingo y Sanjuán adoptó mediante Decreto publicado el 13 de Septiembre de 1932 el Estatuto del Vino que fue sancionado como Ley al año siguiente.
Este Estatuto tenía como objetivo fundamental reorganizar la vida económica de España fomentando con especial cuidado aquellas producciones en las que se “asentaba la riqueza nacional”. Desde este punto de vista se reconocía la vitivinicultura como una de las producciones que más requería de una política económica específica.
Este Estatuto fue novedoso no solo por su trascendencia en el desarrollo de una política de calidad para el vino, sino por las mejoras que introducía y la modernidad que imprimía a un sector que demandaba con urgencia una racionalidad en la gestión y una mayor transparencia en el mercado. Los principios sobre los que se fundamentaba esta disposición son todavía de actualidad: el fomento del espíritu colectivo, la necesidad de dar transparencia al mercado evitando fraudes, la protección de la calidad y de las denominaciones de origen, la adaptación de la producción al consumo o la racionalización de las plantaciones.
El Estatuto estableció además un sistema de colaboración entre los distintos sectores de la vitivinicultura y los organismos del Estado por medio del Instituto Nacional del Vino, creado al efecto. Asimismo, definía también la Denominación de Origen como el nombre geográfico conocido en el mercado nacional o extranjero empleado para la designación de vinos típicos que respondían a unas características especiales de producción y a unos procedimientos de elaboración y crianza utilizados en la comarca o región de la que toman el nombre geográfico, pero, además, que toda su elaboración y crianza se haya realizado en la zona de producción de su nombre.
La norma decretaba la protección como Denominaciones de Origen de los nombres geográficos siguientes: “Rioja, Jerez, Xerez o Sherry, Málaga, Tarragona, Priorato, Panadés, Alella, Alicante, Valencia, Utiel, Cheste, Valdepeñas, Cariñena, Rueda, Rivero, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Malvasía-Sitges, Noblejas, Conca de Barbará, Montilla, Moriles, Mancha, Manzanares, Toro, Rueda, Navarra, Martorell, Extremadura, Huelva, y Barcelona”.
Estos nombres geográficos, con la excepción de Cheste, Malvasía de Sitges, Noblejas, Manzanares, Martorell, Extremadura y Barcelona, algunos combinados o con modificaciones de terminología, siguen manteniendo en la actualidad el status de denominación de origen.
Situación actual
En España, los vinos y bebidas protegidos actualmente son 131, correspondiendo 16 a bebidas espirituosas con Denominación Geográfica, 42 a Vinos de la Tierra, y 73 a vinos de calidad producidos en región determinada.
Actualmente, los sistemas de protección y calidad de los vinos, nacional, comunitario e internacional, se establecen bajo distintos niveles de protección, entre ellos las Denominaciones de Origen, bajo la figura de calidad diferenciada que se denomina: “vino de calidad producido en región determinada”. En España la mayoría de estos vinos son Denominaciones de Origen.
En España, la superficie de viñedo de los vinos de calidad producidos en regiones determinadas, vcprd, es de 680.472 hectáreas para la campaña 2005/2006, y el numero de viticultores inscritos de 169.106. El valor económico de la comercialización asciende a 2.831 millones de euros para un total de vino comercializado de 11millones de Hl. El volumen de vino para la exportación asciende a 4.759.014 Hl. y alcanza un valor económico de 1.198 millones de Euros.
Las veintiún Denominaciones de Origen históricas cuentan con una superficie de viñedo de 473.773 hectáreas, lo que supone, respecto a la de los vcprd, casi el 70%; y sus viticultores, 102.924, representan el 61%.
Globalmente el volumen de facturación de la industria del vino en España es de 4.963 millones de euros, ocupando a 22.862 personas. Hay 4.109 empresas y 4.547 establecimientos.
Según el Informe de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), de marzo de 2007, sobre la coyuntura mundial, España ocupa una posición privilegiada, ya que es líder en superficie vitivinícola, “el primer viñedo del mundo”, con 1.174.000 hectáreas, lo que representa un 14,8% de la superficie total de producción existente en el mundo (7.924.000 hectáreas).
España es el tercer exportador de vino del mundo, con unos 14 millones de Hl. Este volumen representa un 17% del total en el mundo, por detrás de Italia y de Francia. La suma de las exportaciones de estos tres países líderes supone más de la mitad de las exportaciones mundiales (un 55%), lo que indica la importancia de nuestro país el contexto internacional.
Según datos de Aduanas, las exportaciones de vino de España han aumentado durante los primeros siete meses de 2007, un 12% en valor, y un 8% en volumen, hasta 975,6 millones de euros y 863,2 millones de litros, respectivamente. Este crecimiento se debe a la evolución positiva en general, destacándose el mantenimiento en volumen de los vinos con denominación de origen que se produjo el año anterior, pero sobre todo a su crecimiento en valor un 8%, hasta 511 millones de euros.