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25/06/2007, MARM
La Estrategia establece medidas para aumentar la competitividad del sector, su profesionalización y adecuación a la demanda de los consumidores, así como el incremento de las exportaciones.
La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, ha presentado hoy a los representantes del Sistema Vitivinícola Español el documento denominado “Estrategia del Vino 2010”, fruto de un intenso análisis sobre el sector, que comenzó a finales de 2004 y en el que han participado los representantes del sector vitivinícola y las Administraciones. La Estrategia tiene como objetivo fundamental situar a España como líder mundial del sector vino.
Para lograr este objetivo, la Estrategia se vertebra en cuatro ejes estratégicos: la competitividad en la cadena de valor actual, la profesionalización en la gestión de las ventajas competitivas del vino en España, la orientación hacia las demandas de los consumidores y el fomento del desarrollo de los emprendedores vitivinícolas españoles para su adaptación a los mercados interior y exterior.
Estos ejes contemplan 18 objetivos y 58 actuaciones, entre las que destacan aquellas orientadas a apoyar a los emprendedores vitivinícolas españoles en los mercados interior y exterior. Para ello se ha considerado como elemento clave la creación de un Observatorio sobre la evolución del mercado mundial del vino y los productos de la vid. Este observatorio aportará el conocimiento necesario al sector y a las Administraciones para poder planificar sus actuaciones y conseguir un mejor aprovechamiento de las oportunidades que nos ofrecen los distintos mercados.
El consumidor es también un elemento esencial de la de la estrategia. El sector vitivinícola debe ser capaz de conocer las demandas y necesidades de un consumidor, cada vez más exigente, y canalizar sus proyectos empresariales para alcanzar el objetivo final que no es otro que satisfacerlo. Para ello la Estrategia habilita actuaciones que permitirán conocer las tendencias de consumo en cuanto a los caracteres organolépticos del vino, envases, formatos etc. y transmitir sus valores –culturales, gastronómicos, históricos o medioambientales- a través de la innovación y la comunicación.
La Estrategia Vino 2010 propone el fomento de campañas de comunicación para dar a conocer las características de los vinos españoles en otros mercados internacionales o el desarrollo de nuevos modos de consumo en el canal HORECA, como las cartas de vino por copas, el servicio del propio vino del cliente en el restaurante, o la creación de sistemas de cierre que favorezca la venta del vino por copas.
Los valores sobre los que se sustenta esta Estrategia son principalmente cuatro: profesionalidad, competitividad, respuesta al consumidor y calidad para poder vender más y mejor en los mercados internacionales sin descuidar el mercado interior. A estos valores se añaden otros, como el de riqueza, territorio, población, progreso, sostenibilidad, libre competencia, imagen de país e imagen de marca. Sobre ellos se han establecido las medidas a ejecutar, con la implicación de los operadores del sector y al apoyo de las Administraciones.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) pretende con esta Estrategia fortalecer la competitividad de las empresas y su dimensión, apoyando la internacionalización, el desarrollo de sus intangibles (marcas y patentes), la mejora de la comercialización y logística, favoreciendo los proyectos integrados, y fomentando las inversiones en I+D+i. Entre los objetivos estratégicos se encuentran también el fomento del uso de nuevas tecnologías y la intercomunicación empresarial, el establecimiento de un sistema común de trazabilidad de los operadores vitivinícolas, el ajuste de la producción a la necesidad del mercado y la unificación de criterios por parte del sector.
España es actualmente líder mundial en superficie vitivinícola (un 14,8% de la superficie total de producción existente). Es además el tercer exportador de vino del mundo, el tercer productor de vino mundial y el quinto consumidor mundial.
El volumen de facturación de la industria del vino es de 4.963 millones de euros, ocupando a 22.862 personas. El número de empresas asciende a 4.109, existiendo todavía una gran atomización que ha sido considerada por la Estrategia a través de actuaciones tendentes a favorecer las fusiones o actuaciones en común que permitan una mejor utilización de los recursos disponibles.