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16/01/2008, Cooperativas Agro-alimentarias
La Denominación de Origen Calificada Rioja presentó en sociedad su nueva identidad corporativa durante un evento exclusivo en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid ayer día 15 de enero. Esta actualización de la imagen de su marca colectiva representa la culminación del proceso de renovación puesto en marcha hace cuatro años en la Denominación y constituye un importante paso para proyectar una imagen de región innovadora y en constante evolución, consolidar el reconocimiento y prestigio de sus vinos en los mercados internacionales y mantener su liderazgo entre los vinos españoles.
Desde la experiencia y manteniendo un estilo propio, Rioja ha sabido adaptarse con éxito a la evolución de los mercados en los últimos años, estando en constante evolución no sólo en la tipología de sus vinos, sino también en la modernización de viñedos y bodegas. Este deseo de progreso es lo que ha movido a viticultores y bodegueros riojanos a asumir unánimemente el siempre arriesgado reto de actualizar la imagen que desde hace casi veinte años se había convertido en el símbolo visual de los vinos de Rioja.
Como un elemento fundamental del Plan Estratégico de Rioja para los próximos años, la nueva identidad corporativa nace con el propósito de sintetizar en un símbolo la historia y el futuro común de una región, representando lo que es hoy Rioja: una región dinámica con un vino universal que aúna modernidad y tradición.
Renovada y reinterpretada desde la fuerza de la creatividad, la cepa de tempranillo sigue protagonizando la nueva identidad corporativa de Rioja, con un trazo artístico que pretende expresar la pujante realidad actual de esta Denominación, el carácter dinámico y en constante evolución del “modelo” de desarrollo vitivinícola riojano.
Esta nueva concepción será el punto de partida para comunicar la fuerza, la diversidad y la modernidad de los vinos de Rioja sobre la base de su cultura, sabiduría y experiencia. La fusión entre conceptos y valores como calidad, seguridad, tradición y experiencia, propios del viejo mundo, con otros como creatividad, innovación, tecnología y modernidad, propios del nuevo mundo, convierten a Rioja en la marca del siglo XXI, una marca capaz de conectar con las nuevas tendencias y los hábitos de los nuevos consumidores.