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24/05/2012, Cooperativas Agro-alimentarias
La cooperativa Unió Corporació Alimentària, de Reus (Tarragona), transforma las cáscaras de avellanas y almendras en excipientes para usos veterinarios, entre otras aplicaciones, ha explicado a Efe Josep Moragas, responsable del departamento de Investigación, desarrollo e innovación (I+D+I).
Unió es una cooperativa agrícola que data de 1942, tiene 20.000 socios productores, integrados en 90 cooperativas locales de Tarragona, Lleida, algunas zonas de Aragón, Valencia y Baleares; y sus instalaciones constan de tres centros de producción en Reus (frutos secos), Vilallonga del Camp (vinos y aceite) y Vinebre (fruta dulce).
De las cáscaras de avellanas y almendras se extrae un excipiente de primera calidad -la parte inactiva de los fármacos, pero clave porque ayuda a incorporar los principios activos- para medicamentos veterinarios. La ventaja de las cáscaras de frutos secos procesadas es que van en la línea europea, favorable a excipientes orgánicos porque no generan residuos y no tienen efectos secundarios, y Unió ya ha amortizado los 2 millones de euros que invirtió para procesar las 10.000 toneladas de cáscaras que recibe al año de sus socios agricultores.
Además de los usos veterinarios, las cáscaras también se transforman en biomasa, harinas y base para jabones gracias a sus propiedades abrasivas y se siguen explorando nuevos usos para "volver a introducir como producto de primera calidad lo que antes era un subproducto o incluso un residuo", resume Moragas.
Los científicos del departamento, el doctor en bioquímica Joan Ruiz y la doctora Virginia Alonso, también han logrado procesar las pieles de almendra que hay entre la cáscara y el fruto como un aditivo muy rico en fibras para enriquecer otros alimentos; un cereal con la avellana ya integrada en el interior y pasar de una fecha de caducidad de los frutos secos envasados al vacío de seis a 18 meses, el triple de lo normal.
La premisa de Unió Corporació Alimentària es "reducir los residuos a la mínima expresión, intentamos revalorizarlo todo, consolidar la cadena de valor y ofrecer el máximo de servicios añadidos", resume el responsable de I+D+I.
Aparte de las ventajas empresariales de la I+D+I, gracias a esta labor investigadora e innovadora aplicada a la producción y a la comercialización, Unió también se ha hecho un hueco en el ámbito de la investigación alimentaria y "nos invitan con frecuencia a explicar nuestras experiencias en las universidades, el parque tecnológico de Barcelona o en el Irta", comenta Ruiz. Tener presencia activa en esos foros científicos también significa "consolidar una red de contactos, poner en común ideas y proyectos y avanzar mucho más rápido", añade.
Tanto es así que la empresa es uno de los patrones del Centro Tecnológico de Nutrición y Salud de Reus (CTNS), un proyecto impulsado por la URV, las instituciones y 14 empresas del sector, y también constan en la junta directiva de la Asociación de Empresas Innovadoras en Nutrición y Salud.
La empresa exporta el 65% de su producción, factura 40 millones de euros, tiene una plantilla de 170 trabajadores y su departamento de I+D+I en solo tres años de existencia ya ha firmado tres patentes.