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22/01/2010, Cooperativas Agro-alimentarias
En un intento por lograr ser más competitivo, abrir nuevas líneas de negocio y trabajar en el aprovechamiento industrial de aceites de calidad, algunos de los productores asociados a la Denominación de Origen Campiñas de Jaén han optado por abrirse al mercado de la olivaterapia, al considerarla la nueva tendencia de belleza del siglo XXI. Es el caso de la cooperativa Unioliva, que está realizando una fuerte apuesta por investigar en nuevas fórmulas que revolucionen el mercado.
La elaboración de productos cosméticos y dermatológicos a partir del aceite de oliva está experimentando un importante crecimiento en los últimos años, motivado por ser un mercado en pleno proceso de expansión y con un amplio margen de crecimiento. Muchas cooperativas, especialmente andaluzas, están apostando por esta diversificación de sus actividades, como la propia Unioliva (de Ubeda, Jaén) o Olivar de Segura (Puente Génave, Jaén)
Esta iniciativa responde a un gran crecimiento en la demanda, donde los consumidores buscan productos cosméticos elaborados con componentes totalmente naturales, requisito que el aceite de oliva cumple a la perfección, ya que entre sus principales propiedades se encuentra su alto poder hidratante y nutritivo. Sus múltiples beneficios antioxidantes se encuentran presentes desde los últimos años en las principales firmas de cosmética en forma de de jabones, lociones, cremas, extractos para el cabello, mascarillas hidratantes, exfoliantes, etc. No en vano, ya en la antigüedad el aceite de oliva fue utilizado por los egipcios, griegos, romanos y árabes para preparar comidas, perfumes y humectantes, así como para proteger la piel de los atletas, de los reyes y de los recién nacidos, si bien su uso en nuestros días tiene un mayor alcance.
Está demostrado científicamente que el aceite de oliva virgen extra proporciona a nuestro organismo propiedades nutricionales beneficiosas gracias a su alto contenido en ácido oleico, vitamina E, antioxidantes, polifenoles, escualeno y otros componentes minoritarios. Una serie de propiedades que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejoran el metabolismo de la glucosa y por tanto de la diabetes, protegen la memoria, disminuyen la presión arterial y la incidencia en determinados cánceres, aumentan el colesterol bueno y reducen el malo. Su alto contenido en polifenoles hace que tenga un elevado poder antioxidante y protector frente a los radicales libres lo que le confiere un alto poder antienvejecimiento.
Todo ello, aunque el uso del aceite de oliva con fines terapéuticos es realmente antiguo, hace que hoy día el aceite de oliva se ofrezca en centros de estética y spas como el “no va más” en terapias modernas. Se puede decir por tanto que se trata de una fuente natural de beneficios que tiene innumerables propiedades cosméticas, entre las que destacan su capacidad para restaurar los niveles de humedad de la piel, su capacidad para reconstruir las membranas celulares de la piel, su uso como emoliente corporal en la realización de masajes corporales, su capacidad tonificante de la epidermis, su elevado poder protector de la piel contra agentes ambientales externos. También es usado como humectante para mantener la piel elástica, hidratada y lisa o como tónico para el cabello, para mantenerlo brillante y humectado. Además, el ácido fólico presente ayuda a fortalecer los folículos capilares evitando la caída del cabello.
El uso del aceite de oliva en los masajes produce grandes beneficios: unido al relax del masaje, las propiedades antioxidantes del aceite cuidan la piel, previniendo el envejecimiento cutáneo y colaborando con sus componentes en la síntesis del colágeno. La acción emoliente del aceite de oliva es perfecta para la realización de masajes terapéuticos, actuando en casos de reumatismo, tendinitis y torceduras.
Se utiliza también el aceite como componente para la elaboración de mascarillas faciales con aguacate, salvado de avena y otras sustancias naturales. Otras formulaciones cosméticas comercializadas son: bálsamos labiales, champús, lociones de manos, jabones, aceites para masaje, reblandecedores de cutículas, etc. La vitamina E como potente antioxidante retrasa la aparición de arrugas y fortalece y repara las uñas frágiles o estriadas, suavizando las cutículas. Las grasas y aceites, por la adición de sosa cáustica, producen una saponificación que da lugar a jabones. El aceite de oliva se puede modificar, espesándolo, para su aplicación en pieles secas y psoriasis.
ESCUALENOS Y POLIFENOLES: LA CLAVE PARA LA ETERNA JUVENTUD
El principal componente del aceite, el ácido oleico, es un constituyente de las membranas celulares y de la piel. Protege la piel frente a factores ambientales externos, la hidrata y mantiene su estructura permitiendo una mejor regeneración y mayor firmeza. Además del ácido oléico existen otros componentes desde el punto de vista de la cosmética y dermatología con importantes propiedades como son el escualeno y los polifenoles.
El aceite de oliva es fuente natural de escualeno, sustancia emoliente que se usa en diferentes productos cosméticos, como cremas, lociones y esmaltes. Al ser un antioxidante, protege la piel de los radicales libres, especialmente de los que se producen por la exposición a los rayos ultravioleta del sol, por ello la aplicación de aceite de oliva en la piel tras la exposición al sol la protege de su deterioro e incluso el cáncer, ayudado por su contenido en vitamina E, selenio y omega-3.
Su alto contenido en polifenoles hace que tenga un elevado poder antioxidante y protector frente a los radicales libres, lo que le confiere un alto poder antienvejecimiento.
Por todos estos motivos, la Denominación de Origen Campiñas de Jaén anima a los consumidores a aprovechar todas las ventajas del consumo de aceite de oliva virgen extra: un auténtico lujo al alcance de todos.