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12/01/2006, Cooperativas Agro-alimentarias
Un grupo de investigadores de la Universidad de Jaén ha realizado un estudio pionero con ratones, que demuestra que una dieta rica en aceite de oliva protege mejor de las infecciones que la basada en productos cocinados con aceite de pescado.
Los investigadores han estudiado en los últimos doce años la acción del aceite de oliva sobre las funciones inmunes, determinando que este aceite posee propiedades antiinflamatorias, modula el desarrollo de las células del sistema inmune, así como la producción de factores sintetizados por estas células, con el propósito de eliminar el agente invasor (microorganismos, bacterias y virus). En definitiva, mejora la respuesta inmune en modelos experimentales que han sido infectados con un patógeno, eliminando a los agentes foráneos con mayor eficacia.
El equipo de expertos de la Universidad de Jaén manifiestan que, si una dieta basada en aceite de pescado anula cualquier proceso inflamatorio, la acción inmunosupresora de estas dietas puede tener efectos adversos sobre la resistencia inmune del individuo frente a enfermedades de naturaleza infecciosa.
Así, el responsable de la línea de investigación, Gerardo Álvarez de Cienfuegos, destaca la importancia de la respuesta inflamatoria puesto que defiende frente a las agresiones, ya sean de tipo externo producidas por virus o bacterias, o interno que se originan dentro de nuestro propio organismo, como la proliferación de células tumorales.