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23/04/2012, Cooperativas Agro-alimentarias
El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, Dacian Ciolos, ha podido conocer de primera mano lo que el sector del aceite de oliva representa para España y los problemas que atraviesa en estos momentos. Ha sido en Córdoba de la mano de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, de la que forma parte Cooperativas Agro-alimentarias de España. En la reunión mantenida con el comisario ha participado por parte de Cooperativas Agro-alimentarias, el presidente sectorial, Rafael Sánchez de Puerta.
El presidente de la Interprofesional, Pedro Barato, realizó un análisis de lo que el olivar significa para nuestro país, “este cultivo es especialmente importante en España, donde adquiere la dimensión de sector estratégico por su carácter social, medioambiental, económico y cultural. No en vano, nuestro país representa más del 50% de la producción mundial, con una media cercana a 1.400.000 toneladas de aceite, superado en la presenta campaña, y 550.000 toneladas de aceituna de mesa”.
Pedro Barato destacó, asimismo, la transformación que ha protagonizado el sector en las últimas décadas. Nos encontramos ante un sector que se ha internacionalizado a pasos agigantados “se han destinado enormes esfuerzos y recursos a abrir nuevos mercados capaces de absorber el incremento de producción, como así ha ocurrido, superándose en las cinco últimas campañas la cifra de 1.400.000 toneladas de aceite de oliva comercializado”.
A pesar de ello, el sector lleva cuatro años sumido en una grave crisis de precios, “según Eurostat, el aceite de oliva ha sido el producto que más ha bajado su precio en el conjunto de sectores de toda la Unión Europea en 2011, acumulando una caída del 52%, desde el año 2002”.
Por esa razón, la Interprofesional planteó al comisario Ciolos una serie de medidas fundamentales que, en opinión de la organización, serán beneficiosas para el conjunto del sector. En primer lugar se ha solicitado el mantenimiento de las ayudas diferenciadas al olivar en la nueva PAC que ahora se negocia, “un sistema de subvenciones diferentes al actual daría lugar al abandono de importantes superficies olivareras con el consiguiente perjuicio social y medioambiental”. Asimismo, se piden incentivos para la creación de grandes grupos en el sector con mayor capacidad de negociación frente a la gran distribución.
Por supuesto se ha solicitado el mantenimiento de las ayudas a la promoción del producto, con la posibilidad de que ésta haga referencia al país que cofinancia las acciones.
También se ha hablado del almacenamiento privado, que ha de mantenerse en la nueva PAC convenientemente mejorado, sin olvidar la posibilidad de autorregulación del sector, que en el caso de España correría a cargo de la Interprofesional del Aceite de Oliva, previa modificación de la Ley de Interprofesionales y con la cobertura legal europea.
Finalmente, el presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español planteó la necesidad de estudiar la aplicación de controles que garanticen la calidad del producto. La prohibición en toda la Unión de las mezclas de aceites de oliva con los obtenidos de semillas, “así como exigir que el aceite de oliva en restauración se presente al consumidor debidamente envasado y etiquetado”.
En la rueda de prensa posterior, tanto el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, como la consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera mostraron su total respaldo a las medidas que la Interprofesional ha planteado al Comisario. El concreto, el Ministro se refirió a la conveniencia de “permitir a la Interprofesional regular la oferta mediante la creación de unos stocks estratégicos”. Es más, aseguró que su departamento trabaja en una nueva Ley de Interprofesionales que de cobertura legal a esa posibilidad.
Por su parte, la consejera de Agricultura de la Junta Andalucía, Clara Aguilera, expresó su “total acuerdo con el documento de la Interprofesional, que resumen perfectamente las medidas que hay que adoptar en el sector”.
El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Ciolos se mostró abierto a debatir todas estas iniciativas, es más, aseguró que “nuestras ideas son convergentes en muchos asuntos”. A la hora de analizar la situación de los mercados, el Comisario destacó el papel que está jugando en toda Europa la gran distribución que acapara más del 60% de las ventas de aceites de oliva. Aseguró que hay que tomar medidas para que el sector obtenga mayor valor añadido por su producto.
Dacian Ciolos resaltó también al Plan de Acción que la Comisión está elaborando sobre el sector, que debe servir para acometer una reestructuración profunda. Finalmente se refirió a las políticas de promoción, en las que el sector debe jugar un papel importante en el futuro.
Un sector modélico
España atesora el mayor olivar del mundo, unos 2,4 millones de hectáreas y unos 283 millones de árboles. Un olivar, que cada año genera unos 17 millones de jornales. Capaz producir, en 1.745 almazaras, hasta 1.561.900 toneladas de aceite (datos de la Agencia para el Aceite de Oliva hasta el mes de febrero de la campaña 2011/2012). A la vista de estos datos, España está en disposición de poner en el mercado mundial uno de cada dos litros de aceites de oliva que se vendan, el 50% de la producción mundial.
Pero más importante que las cifras absolutas, es la evolución (o revolución) que ha vivido este sector en apenas dos décadas. Se estima que los productores han invertido unos 1.500 millones de euros en la modernización del olivar. Así, España cuenta en estos momentos con casi 600.000 hectáreas de olivar de regadío, mayoritariamente localizado, el más eficiente desde el punto de vista medioambiental. Asimismo, nuestro país ha sido pionero en la introducción de la producción ecológica e integrada en este cultivo. En torno al 20% de toda la superficie destinada a cultivos ecológicos está ocupada por olivar (126.000 ha). Unas 300.000 hectáreas se han acogido a la modalidad de cultivo integrado. Este esfuerzo ha dado sus frutos, tanto en producción absoluta, como en la calidad del producto que sale de nuestros campos, que ha dado un salto sin precedentes en nuestra agricultura.
No menos espectacular ha sido la transformación que han acometido nuestras almazaras en las últimas décadas, que han destinado otros 1.500 millones de euros a adoptar las más modernas tecnologías, así como a crecer en la capacidad de almacenamiento. Estas almazaras han sido, en buena medida, el germen del salto de calidad que han experimentado los aceites de oliva españoles.
Cabe destacar también la aportación de industria y exportadores que en sido capaces de edificar la estructura industrial y comercial más grande del mundo en este sector. Así, nuestro país ha sido capaz de conquistar mercados que hasta ahora estaban cerrados a los aceites de oliva. Es el caso de China o India. En la campaña 2010/2011 nuestro país exportó 828.400 toneladas, el 60% de toda la producción, poniendo de manifiesto que el aceite de oliva español ha entrado en una nueva fase en la que los mercados internacionales son el motor comercial del sector.
Más información en www.interprofesionaldelaceitedeoliva.com