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20/10/2014, Interprofesional del Aceite de Oliva español
Después de tres décadas de trabajo para conocer el efecto beneficioso del consumo frente al cáncer de mama han descubierto que el consumo de aceite de oliva virgen extra reduce el tamaño de los tumores, ralentiza su crecimiento y son menos agresivos
Desde su puesta en marcha, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha desplegado una intensa labor de fomento de la I+D+i en aquellos campos de la ciencia de especial interés para el sector. La salud es un área prioritaria de conocimiento para nuestro sector. Por esa razón, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español lleva años apoyando el trabajo del profesor Eduard Escrich en la Universidad Autónoma de Barcelona, línea de investigación que cuenta también con el apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad, la Generalitat de Catalunya y la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, entre otras instituciones.
El equipo del doctor Escrich trabaja en dos grandes líneas, una experimental en ratas y otra en humanos. En el primer caso se utiliza a animales a los que se les ha inducido el cáncer. A una parte de los sujetos se les alimenta con una dieta rica en aceite de oliva virgen extra. El resto reciben la misma dieta pero complementada con aceites de semillas. Los investigadores han podido demostrar que el aceite de oliva virgen extra frena la progresión del cáncer de mama y que lo hace a través de diversos y complejos mecanismos entre los que destaca su acción inhibidora de las vías de proliferación de las células tumorales y la inducción de su muerte (proceso conocido como apoptosis).
Por otra parte, los tumores de los individuos alimentados con dietas con aceite de oliva son de menor grado de malignidad (clínico y morfológico). En el sentido contrario, las grasas omega 6, contenidas en los aceites de semillas, estimulan la progresión del cáncer de mama de manera que los tumores aparecen antes, hay más individuos afectados, mayor número de tumores y éstos suelen ser más grandes y de mayor grado de malignidad.
El mismo grupo está también trabajando activamente en tumores humanos habiendo caracterizado el perfil lipídico de las membranas celulares, el efecto de distintos ácidos grasos en la eficacia de los tratamientos del cáncer de mama y diversos tipos de cambios genéticos. Todo ello en relación con los hábitos dietéticos de las personas afectadas de cáncer de mama. De todos estos estudios destaca el efecto protector que puede tener el aceite de oliva virgen extra de la dieta sobre la función de genes implicados en esta enfermedad.