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07/06/2021, INTEROVIC
El Museo de la Trashumancia nace por primera vez en formato virtual para dar a conocer y poner en valor la Trashumancia, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Foto: Judith Ballarín
El Grupo Operativo OVINNOVA y sus entidades asociadas presentan el Museo de la Trashumancia, el primer proyecto nacional que nace en formato virtual con el único objetivo de dar a conocer y preservar la Trashumancia y sus beneficios y relevancia en la historia, la antropología, la etnografía o la sociología.
Una tradición con beneficios desconocidos
Es difícil encontrar una práctica ganadera tan ligada a la naturaleza y con tantos beneficios medioambientales, socioculturales, territoriales y económicos.
Entre los beneficios medioambientales, cabe destacar que se trata de una actividad que se extiende a zonas desfavorecidas y de montaña básicamente; favorece la biodiversidad, contribuyendo a la diversificación y conservación de hábitats de muy alto valor ambiental.
Además, ha generado ecosistemas con una gran biodiversidad de la dehesa pastoreada. La diversidad de plantas en estos pastos naturales es de las más altas que se conocen, con más de 40 plantas por metro cuadrado; y la prevención de incendios es otro de los grandes y desconocidos beneficios que tiene, ya que el ganado consume materia seca que es un gran combustible forestal.
En cuanto a los aspectos económicos y sociales, la trashumancia ha favorecido el sostenimiento de numerosas provincias creando riqueza en las zonas más desfavorecidas, además de permitir un gran aprovechamiento de recursos de alta calidad. Siendo un claro ejemplo de sistema de producción de agricultura familiar, resiliente y modelo de un sistema alimentario sostenible.
El Museo de la Trashumancia
La trashumancia es una práctica milenaria, que siempre ha ofrecido múltiples beneficios a la sociedad y al medio ambiente como el trasporte de semillas o la fertilización de la tierra de forma natural. Actualmente, España es de los pocos países del mundo donde se sigue trashumando, principalmente la especie Merina, la más extendida en el mundo y cuyo origen se sitúa en territorio nacional.
En palabras de Tomás M. Rodríguez, director de INTEROVIC, una de las entidades impulsoras del proyecto: “Esta actividad reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y que ha generado una gran riqueza histórica y cultural, desgraciadamente se encuentra en peligro de extinción. Cada día hay menos pastores dispuestos a trasladar en las primaveras y veranos sus rebaños desde las calurosas dehesas extremeñas hasta el norte de España, y de regreso en otoño. Por ello es vital poner en valor una cultura tan rica y peculiar como la nuestra, para que sus gentes y todo lo que han aportado a lo largo de la historia, no caigan en el olvido.”
Ilustraciones botánicas y formación
Para su inauguración, el Museo de la Trashumancia ha contado con las ilustraciones botánicas de Laura Velasco, quien ha representado con acuarelas doce de las flores y plantas cuyas semillas son esparcidas gracias a la Trashumancia: desde el Trifolium subterraneum hasta el Hordeum murinum.
Y es que el Museo pretende tender un puente entre esta tradición milenaria y el presente a través de la divulgación y las actividades educativas, tales como podcasts y talleres gratuitos online como el primero de la serie “Las semillas de la Trashumancia”, que enseña al público cómo pintar las flores y plantas que crecen gracias a la Trashumancia al tiempo que ofrece información sobre ellas.
Hecho con estas ilustraciones botánicas también se encuentra en la web el calendario que cada visitante virtual del Museo puede descargar.
Desde hace siglos y antes de que apareciera la historia natural, los pastores eran los grandes conocedores de la naturaleza. Horas y horas de contemplación les permitieron estudiar y clasificar las plantas, los animales, crear sus propios remedios naturales para la salud de su ganado y saber dónde encontrar el mejor alimento para sus rebaños. Un oficio y saber popular que durante años se ha trasmitido de padres a hijos y que hoy día es digno de preservar a través del Museo de la Trashumancia.