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25/02/2010, Cooperativas Agro-alimentarias
Las OPA y Cooperativas han enviado una carta a la ministra Espinosa denunciando que algunas importantes industrias lácteas están retrasando los pagos al ganadero, muy por encima de lo que marca la ley, y están amenazando a los ganaderos con no recoger la leche. Consideran que la solución a corto y medio plazo pasaría por un mayor control de la Administración ante las situaciones de abuso.
ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias han enviado hoy una carta a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, en la que denuncian la situación en la que se encuentra el sector productor y piden a la Administración un mayor control ante las situaciones de abuso por parte de algunos compradores de leche cruda y de la distribución.
En su carta, las OPA y Cooperativas denuncian la grave situación en la que se encuentran una gran parte de las explotaciones ganaderas y que está poniendo en peligro la continuidad de la producción de leche de vaca en España, así como la viabilidad del tejido industrial español.
En este sentido, el sector productor denuncia que algunas empresas están anunciando que van a dejar de recoger la leche, lo que fomenta la entrada de leche foránea, produciéndose de forma artificial una sensación de que “sobra leche” que provoca una espiral de precios a la baja.
Asimismo, el sector acusa a algunos grupos industriales de abastecerse de un cierto volumen de leche procedente de otros países, especialmente de Francia y Portugal. Esto ya no se hace de manera coyuntural, cuando los precios están bajos, sino de forma estructural y relacionada con acuerdos de esas mismas industrias con los ganaderos en ese país.
En este sentido, las OPA y Coooperativas quieren hacer hincapié en que en los acuerdos de precios, que en estos momentos se están negociando, entre productores e industriales franceses ya se habla claramente de la necesidad de poner precio en función de la “retirada” de un 20% de su producción para mantener los precios en el mercado nacional francés. Y cada vez es más difícil hacer esa “retirada” vía exportación de quesos o mediante la venta a la intervención y más fácil hacerla mediante exportaciones al mercado español. Cada día tienen más presencia en España empresas de capital francés, tal y como muestra la reciente compra de Forlasa por el grupo Lactalis.
Otro tema que preocupa mucho al sector productor es el retraso en los pagos por parte de algunas industrias importantes de este país. En estos momentos, encontramos industrias que ya pagan entre 60 y 120 días, muy por encima de lo que marca la Ley. Esta estrategia de retrasar los pagos puede extenderse entre el resto de industrias.
Además de esto, las organizaciones agrarias y Cooperativas denuncian también en su carta a la ministra Espinosa que algunas de las industrias que operan en España llegan en ocasiones a repartirse las rutas o las zonas en las que recogen, produciéndose situaciones de casi oligopolio que tanto daño hacen a los productores, pues diezman su ya de por sí reducida capacidad de negociación.
Igualmente, el sector productor critica duramente la banalización continua que hace la distribución de la leche líquida y de otros productos lácteos de gran consumo al utilizarlos como producto reclamo o ser objeto de frecuentes descuentos y ofertas.
Finalmente, el sector productor considera que por parte de la industria hay un incumplimiento permanente de los acuerdos firmados por sus representantes, no sólo del acuerdo firmado en el mes de julio pasado, sino de otros acuerdos interprofesionales que habían sido adoptados en relación con los contratos y su funcionamiento.
A juicio del sector productor, todas estas consideraciones demuestran que a pesar de las medidas para mejorar la transparencia de la cadena de valor y de los esfuerzos del MARM, continúa existiendo un importante desequilibrio en la cadena láctea de forma que el poder de negociación de los productores se encuentra prácticamente anulado. Esto se traduce en una gran debilidad del primer eslabón de la cadena, que impide una mejor redistribución del beneficio en el conjunto de la cadena de valor y la consolidación de prácticas de abuso de poder en las negociaciones.
La situación no es nueva sino que se repite desde hace muchos años. Los intentos por parte del sector productor de cambiar la tendencia están resultando infructuosos, pues se choca con el muro infranqueable de las industrias a las cuales favorece la situación de inestabilidad.
Por ello, las OPA y Cooperativas consideran que a corto y medio plazo las soluciones pasarían por un mayor control por parte de las Administraciones de las actuaciones de abuso de la industria y de la distribución, que les producen unos beneficios a costa de la bajada de las rentas de los ganaderos, así como revitalizar el espíritu del Acuerdo Lácteo que se firmó el año pasado. Así mismo, se precisa una apuesta clara por el sector lácteo nacional, que proporciona leche de calidad y a precios competitivos.