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07/07/2011, Parlamento Europeo
Los envases de los alimentos tendrán que incluir información clara y legible sobre las calorías y la cantidad de grasas, grasas saturadas, carbohidratos, azúcares, proteínas y sal de los productos, de acuerdo con un nuevo reglamento aprobado ayer 6 de julio por el Parlamento Europeo. El objetivo de esta legislación, acordada por el Parlamento y el Consejo, es que los consumidores estén bien informados sobre la composición de los alimentos y sus repercusiones para la salud.
Según la nueva legislación, aprobada en segunda lectura por 606 votos a favor, 48 en contra y 26 abstenciones, las etiquetas de los alimentos serán más claras y legibles, lo que ayudará a los consumidores a encontrar la información sobre la composición de los productos más fácilmente. Las nuevas normas tienen como objetivo modernizar, simplificar y clarificar el etiquetado de los alimentos en la UE. Además, reforzará el mercado interior, lo cual beneficiará a los productores y otros actores del mercado de la alimentación.
Ahora el Consejo tendrá que dar su visto bueno formal al reglamento. Una vez publicado en el Diario Oficial de la UE, los Estados miembros tendrán tres años para aplicarlo (cinco años en el caso de las reglas sobre declaraciones nutricionales).
La responsable de este tema en el PE, la alemana Renate Sommer, señaló en el debate previo a la votación que "a pesar de las diferencias políticas e ideológicas y las distintas convicciones nacionales, hemos llegado a un buen compromiso. Las nuevas normas garantizar más y mejor información a los consumidores para que puedan elegir con conocimiento de causa los alimentos que consumen. Pero la industria de la alimentación también debería beneficiarse gracias al refuerzo de la seguridad jurídica, la reducción de los trámites administrativos y, en general, la mejor legislación (...) esto es muy importante para las pymes (...), más del 80% del sector de alimentación europeo está representado por pequeñas y medianas empresas".
Declaración nutricional obligatoria
De acuerdo con las nuevas normas, los envases de los alimentos tendrán que incluir información clara y legible sobre las calorías y la cantidad de grasas, grasas saturadas, carbohidratos, azúcares, proteínas y sal de los productos. Estas cantidades figurarán en 100 g, 100 ml o en porciones.
Alérgenos
Actualmente, todos los ingredientes (incluidas las sustancias alérgenas) deben ir indicadas en las etiquetas de la comida envasada. En el futuro, los consumidores podrán identificar más fácilmente los productos que contengan sustancias alérgenas, pues éstas tendrán que aparecer destacadas en la lista de ingredientes.
Existen indicios de que la mayoría de los incidentes de alergia alimentaria tienen su origen en alimentos no envasados. Para poner fin a esta situación, el nuevo reglamento establece que la presencia de sustancias alérgenas también tendrá que indicarse en los alimentos no envasados. Los Estados miembros decidirán de qué forma se dará esta información a los consumidores.
Etiquetado de origen
Los productores ya están obligados a indicar el origen de algunos productos, como la ternera, la miel, el aceite de oliva o las frutas y hortalizas frescas. También es obligatorio indicar el origen cuando, de no hacerlo, se puede inducir a error al consumidor. A iniciativa del Parlamento, la nueva legislación obligará a especificar el origen de la carne fresca de cerdo, oveja, cabra y ave. La Comisión tendrá que introducir normas para desarrollar esta disposición en un plazo de dos años.
La Comisión estudiará la viabilidad y los costes de extender el etiquetado de origen a otras categorías de alimentos, por ejemplo, la carne utilizada como ingrediente, la leche o los alimentos no elaborados.
Información completa al consumidor
Las nuevas normas garantizarán que la industria no induce a error al consumidor al sugerir, mediante la apariencia, la descripción o representaciones pictóricas, la presencia de un determinado alimento o ingrediente, cuando en realidad ha sido sustituido por otra sustancia distinta.
Todos los alimentos similares a otros productos pero fabricados con distintos ingredientes, como los productos de origen vegetal semejantes al queso (los llamados 'alimentos de imitación') serán más fácilmente identificables. Cuando un ingrediente común en un alimento haya sido sustituido por otro, tendrá que estar indicado en la parte delantera del envase en letra grande y al lado de la marca.
Las composiciones formadas por trozos de distintas carnes tendrán que ser etiquetadas como "combinado de piezas de carne". Se aplicará la misma norma a los "combinados de piezas de pescado".
Productos incluidos
La legislación se aplicará a todos los productos que lleguen al consumidor final, aunque la mayor parte de las nuevas disposiciones afectan a la comida envasada. Los alimentos de fabricación artesanal y no envasados quedarán excluidos del reglamento, salvo de las normas sobre indicación de alérgenos. La comida vendida por particulares, por ejemplo en ferias locales, también quedará excluida de las nuevas normas de etiquetado.
Grasas trans
Los diputados han acordado con el Consejo que, antes de legislar sobre la obligación de indicar el contenido de grasas trans en los alimentos, la Comisión presentará un informe en un plazo de tres años sobre la presencia de estas sustancias en los productos consumidos en la UE.
Sacrificio sin aturdimiento
El uso de técnicas de sacrificio sin aturdimiento no deberá ser indicado en las etiquetas. Sin embargo, la Comisión Europea tendrá en cuenta esta cuestión en el marco de la futura estrategia sobre bienestar animal (la estrategia actual cubre el periodo 2007-2013).