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Las cooperativas españolas de porcino, comprometidas con la calidad, la seguridad alimentaria y el bienestar animal

07/02/2018, Cooperativas Agro-alimentarias

Las 46 cooperativas de porcino integradas en Cooperativas Agro-alimentarias de España destacan que las explotaciones ganaderas cumplen la normativa vigente, contando con inspecciones y estrictos protocolos a nivel regional, nacional y europeo. El sector porcino mantiene empleados a más de 300.000 ganaderos y profesionales, que trabajan cada día su explotación, en el marco de una ganaderia profesionalizada, innovadora, respetuosa con la sensibilidad y necesidades de los animales y enfocada en la reducción del impacto ambiental y el cuidado del medio ambiente.

En los últimos días, se han hecho públicas informaciones que dañan gravemente la imagen de la industria porcina, en general, con acusaciones de incumplimiento de normas básicas de control de calidad y seguridad animal. Concretamente, un popular programa de TV realizó un reportaje presentando hechos aislados de una granja como si fueran la realidad deñ sector. Estas informaciones ponen en duda la labor de más de 80.000 granjas y medio centenar de cooperativas y, especialmente, de los más de 300.000 ganaderos y profesionales que trabajan directamente en el sector porcino y hacen posible un modelo sostenible que garantiza productos de máxima calidad, saludables, seguros y producidos atendiendo el bienestar de los animales y el bajo impacto ambiental.

Estos aspectos han contribuido de forma decisiva a convertir al sector porcino español en un referente a nivel internacional de lo que se conoce como la ‘ganadería moderna’, profesionalizada, innovadora, respetuosa con la sensibilidad y necesidades de los animales y enfocada en la reducción del impacto ambiental y el cuidado del medio ambiente.

El sector porcino español es hoy un sector estratégico, motor de la economía nacional y generador de empleo en miles de pequeños núcleos urbanos de nuestro país, que son los principales beneficiarios de la riqueza que genera 15.000 millones de euros en facturación al año, lo que contribuye a fijar población en las zonas rurales y dar oportunidades profesionales a miles de jóvenes que desean seguir viviendo en sus pueblos. Los productos porcino españoles se venden hoy en día en más de 130 países, donde se han hecho un hueco importante por sus estándares de calidad y seguridad alimentaria.

España aplica el modelo europeo de producción y cumple con la legislación más exigente del mundo en bienestar animal y seguridad alimentaria. De hecho, fue el primer país de la UE en implementarla en el año 2013, no sólo cumpliendo con los requisitos normativos sino yendo más allá de las exigencias europeas. Como resultado, en los últimos años el sector, entre otras actuaciones, ha disminuido un 30% el uso de agua por kilo de carne, un 22% las emisiones de gases de efecto invernadero o se ha dotado de un 65% más de espacio para las hembras reproductoras de porcino.


La Región de Murcia es una de las zonas de producción y comercialización porcina más relevante del panorama español. Según datos oficiales, el censo ganadero regional se cifra en cerca de 5.000 las explotaciones dedicadas a esta actividad, siendo el sector porcino es el más importante, contando con un censo aproximado de 158.000 hembras reproductoras y 1.565.000 cerdos de cebo, y una facturación en los últimos años por encima de 700 millones de euros.

Murcia, tercera región productora de España
Desde la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia, FECOAM, destacan "la certeza demostrable de que los productos que llegan al consumidos cuentan y cumplen todos los protocolos y controles de calidad exigidos".

Las explotaciones ganaderas que se encuentran en la Región, especialmente las de cooperativas dedicadas a la cría de ganado, se encuentran adaptadas a las normas de seguridad alimentaria que rigen al sector. Así, esta normativa establece las pautas de ordenación sanitaria y zootécnica de las granjas de cerdos, incluyendo aspectos como la capacidad máxima productiva, las condiciones mínimas de ubicación, infraestructuras sanitaria y equipamientos para garantizar una correcta actividad ganadera, y conforme a la normativa vigente en materia de higiene, sanidad animal, bienestar de los animales y medio ambiente. Y, lo más importante, garantiza que el producto final que llega al consumidor es totalmente apto para el consumo, añaden desde FECOAM.

En este sentido, como explica Pablo Pedrero, representante del sector de porcino, "hay prácticas totalmente erradicadas en la actualidad, tales como la hormonación de piensos o la castración de hembras de porcino blanco, que hace muchos años que no se llevan a cabo". Asimismo, Pedrero remarca que "los cebaderos murcianos cumplen escrupulosamente con los espacios necesarios para una cría adecuada, que respetan el espacio y las condiciones de limpieza y cuidado para que los animales no sufran".

"Obviamente hay espacios en los que se aísla a aquellos cerdos que tienen alguna patología, tanto para que sean tratados y recuperados como para sacrificarlos en caso de que no sea posible sanarlos y destinarlos a consumo humano, todo ello para garantizar la seguridad alimentaria", añade Pedrero.

Otro de los aspectos que afectan al sector es el relativo a las condiciones laborales de los empleados de cebaderos y mataderos. En el caso de las cooperativas ganaderas, siguiendo los principios propios del cooperativismo, "crean empleo local y de calidad que además no es estacionario, contando con equipos que son formados para realizar las tareas de cría, limpieza, asistencia y sacrificio del ganado", subraya Pablo Pedrero.

Así, las firmas agroalimentarias de Fecoam que tratan productos cárnicos, "cumplen escrupulosamente todo lo referente a seguridad en el trabajo, certificaciones de calidad, revisiones médicas y contratación bajo la más rigurosa legalidad, con unos salarios dignos", y remarca que "las cooperativas regionales dedicadas a la ganadería porcina cumplen todo lo que dicta la normativa, garantizando una cría bajo los más estrictos controles sanitarios y ambientales".

Castilla y León es también una zona importante de producción y comercialización de ganado porcino. Su censo ganadero se cifra en 1,2 millones de lechones, 2,5 millones de cerdos de cebo y 380.000 cerdas reproductoras. Con una facturación total del sector de unos 830 millones de euros.

Desde la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León insisten en que las explotaciones ganaderas de Castilla y León y especialmente las de cooperativas, dedicadas a la reproducción integración y cría de ganado, se encuentran adaptadas a las normas de seguridad alimentaria que rigen al sector. Esta normativa establece las pautas de ordenación sanitaria y zootécnica de las granjas de cerdos, incluyendo aspectos como la capacidad máxima productiva, las condiciones mínimas de ubicación, infraestructuras sanitaria y equipamientos para garantizar una correcta actividad ganadera. Los cebaderos de Castilla y León respetan escrupulosamente el espacio y las condiciones de limpieza y cuidado para que los animales no sufran. Además, en todas las explotaciones se cuenta con equipos de veterinarios, que en el caso de las Cooperativas realizan un seguimiento continuo de los animales, así como de servicio de retirada de cadáveres controlada desde las administraciones públicas, con el pago de su correspondiente tasa.


Normativa:
El Real Decreto 324/2000 es la normativa que rige las explotaciones del sector porcino, tanto en los aspectos relacionados con las instalaciones como en lo relativo a la crianza de los animales y la forma de gestión de los residuos y purines. Este marco legal, de obligado cumplimiento, cuenta con revisiones, protocoles y normas de control tanto en cada comunidad autónoma como a nivel nacional y europeo.

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